Los tres suicidios -denunció China Labor Watch- tuvieron lugar en el espacio de 20 días en la fábrica de Zhengzhou, en la provincia oriental de Henan. El último ocurrió el pasado 14 de mayo cuando una persona de más de treinta años se arrojó al vacío desde el techo del edificio.
Antes que él, una colega de 23 años se lanzó desde el piso 12 del dormitorio de la fábrica, el 27 de abril. Tres días antes fue un joven de 22 años, con dos días en el trabajo, en tomar la drástica determinación.
De acuerdo con la organización estadounidense que monitorea y controla las condiciones de trabajo de los operarios chinos, los suicidios se deben asociar a las malas condiciones de trabajo en la fábrica.
Otros hablan de una reacción a las obligaciones impuestas por Foxconn de no poder revelar sus condiciones, y otros también se refieren a problemas de adaptabilidad. La empresa fue ya objeto años atrás de una seguidilla de suicidios en sus diferentes plantas esparcidas en el territorio chino.
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